Existen varias
definiciones de “grupo”, pero todas ellas tienen en común una misma idea: individuos
que se unen con una finalidad de actuación, para ello deben aparecer: interrelaciones,
normas, roles, cohesión, conciencia de grupo…
En cualquier
grupo hay unas fuerzas de cohesión que hace que las personas quieran pertenecer
en ese grupo y fuerzas de progresión que hace que quieran avanzar.
Las etapas por
las que pasa un grupo suelen ser siempre las mismas, aunque el orden o las
características cambien, pues lo grupos son dinámicos, y pueden aparecer
factores como que un miembro decida abandonar, que hacen que el grupo tenga que
estabilizarse de nuevo. Las fases son:
- Formación
- Establecimiento de normas.
- Participación.
- Toma de decisiones
- Grupo eficaz.
Debemos ser
conscientes de que el grupo nace, crece y desaparece; el grupo va ir cambiando
y desarrollándose hasta que finalmente cumpla con los objetivos y finalidades.
La realización
de estas cinco fases hace que el grupo sea exitoso, pero como se ha dicho
antes, en todo grupo aparecen
controversias y factores que harán que alguna etapa tenga dificultades para su
desarrollo.
Cualquier
grupo sano debe tener objetivos y metas comunes. Los conflictos aparecerán y
con ello las tensiones, pero deberán resolverse mediante soluciones viables y
consensuadas por el grupo. La cooperación,
solidaridad y aceptación de los otros son actitudes fundamentales para la
consecución de los miembros como unión.
Todo ello
puede ser favorecido mediante las DINÁMICAS DE GRUPO “procesos y
fenómenos que se producen dentro de un grupo y que condicionan la conducta de
sus miembros”.
Algunos ejemplos en los que las dinámicas de grupo son muy útiles:
- Inicio de presentación de los miembros: como entregar un folio con experiencias, habilidades o características, a cada miembro. Éstos deberán rellenar con el nombre de quien se sienta identificado. Para ello deben buscar y hablar con los otros.
Ejemplo: ____ sabe cantar.
____ tiene 3
hermanas/os.
_____
escribe poesía.
Con esta
dinámica aprenden los nombres de sus nuevos compañeros y facetas de su vida.
- Conocerse y desarrollar confianza con los otros: mediante parejas, uno se tapara los ojos y el otro deberá ir a su lado guiándole para que no tropiece con los obstáculos mientras que hablaran de algún tema que les interese.
- Trabajar la cooperación: subidos a un banco o estando en un círculo/cuadrado dibujado en el suelo; deberán ir poniéndose en fila según ordene el dinamizador (edades, alturas, fechas nacimiento…) y mediante la cooperación de todos deberán ponerse unos detrás de otros sin caer o salirse de las rayas. Además también favorece el conocer al otro.
- Iniciar el trabajo en grupo y la realización de objetivos: una buena idea es la herramienta de Philips66 utilizada en varias ocasione durante los cuatro años de grado. Con esta dinámica que mezcla lluvia de ideas, negociación y consenso, se puede realizar la puesta en marcha del trabajo ya que se finaliza con una idea clara a desarrollar y compartida por todos los miembros.
Para concluir, me parece que las dinámicas de grupo son fundamentales en nuestra profesión desde el ámbito del Trabajo Social de calle, pues es en ese espacio
donde aparecen las conductas de riesgo de los adolescentes, pero también la calle se relaciona con la diversión,
la libertad y el placer; dando una oportunidad a poder centrar la intervención
dirigida a crear espacio de relación, generar procesos de participación,
reflexión, cambio, toma de conciencia, resolución de conflictos, reorganización
de valores, y todo ello mediante técnicas de dinámicas de grupo.
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